domingo, 12 de octubre de 2008

humor


Un gato caminaba por un tejado maullando:

- ¡Miau, miau!

En eso se le acerca otro gato repitiendo:

- ¡Guau, guau!

Entonces el primer gato le dice:

- Oye, ¿por qué ladras si tú eres gato?

Y el otro le contesta:

- ¿Es que uno no puede aprender idiomas?

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